ORIGEN, FUNDACIÓN Y REMODELACIONES.


Todos sabemos que cualquier obra o proyecto que se pretenda llevar a cabo debe tener, en primer lugar, un artífice, y en segundo lugar, uno o varios medios de financiación. Pues bien, nuestro monasterio no podía ser menos. En este caso, el alma de la fundación fue Pedro Botía, conocido en los ambientes religiosos como Fray Pedro de Jesús. Su relación con Don Juan José de Austria, hijo ilegítimo de Felipe IV, fue fundamental para que el proyecto de creación del nuevo monasterio se concretara, junto con la iniciativa privada llevada a cabo por voluntad de la familia Artero.


Perspectiva del Monasterio con el escudo de D. Juan José de Austria. [Fotografía Adela Lorca]. (Murcia 2019)

El momento en que se funda el monasterio es de crisis en la sociedad muleña. La epidemia de peste del año 1648 contribuyó a una fuerte quiebra en sus estructuras socioeconómicas, por lo que sus gentes vuelven la mirada hacia Dios, buscando el consuelo espiritual que les ayude a llevar sus desgracias y les sirva de mérito para entrar en el Cielo.

El 19 de mayo de 1680 se puso la primera piedra. Para fijarla en su lugar, se hizo una procesión solemne encabezada por la imagen de Nuestra Señora de la  Encarnación. El lugar elegido fue la ermita de Santa María de los Olmos, de la que se tienen noticias desde el año 1343, en la parte oriental de Mula. Cinco años más tarde estaba dispuesto para ser habitado.

Las obras comenzaron por el claustro y hubo que vaciar todo el cementerio de la ermita de los Olmos y rellenarlo de tierra dando paso a la que hoy conocemos como la entrada a la portería del convento y arranque de la subida a la iglesia. Ya en el interior del monasterio, a la derecha arranca la subida que lleva al primer cuerpo de la torre, donde se venera a un Jesús Nazareno muy deteriorado llamado "de la Escalera". Podría describir, una por una, las estancias que componen el Real Monasterio y su situación espacial, pero como dice el refrán "una imagen vale más que mil palabras". De modo que os presento un plano del mismo, editado con  PHOTOSHOP,  donde se aprecian las diferentes etapas constructivas, si bien es cierto, que con límites cronológícos imprecisos, ya que abarcan siglos completos.


Plano actual de la iglesia y de la segunda planta del Real Monasterio. realizado por el Servicio de Patrimonio de la Región de Murcia. Fuente: Gónzalez Castaño, J. y Muñoz Clares, M. (1993). Imagen editada por Adela Lorca (2019).

En la imagen observamos que lo único que se conserva del siglo XVI es la torre del campanario,  de fábrica renacentista y sólida arquitectura de sillares, perteneciente en su día la antigua ermita de Ntra. Sra. de los Olmos. En uno de sus muros aparece un inscripción que deja documentado su inicio en el mes de febrero de 1506, por el maestro extremeño Francisco de Campos y Marco.
Por otra parte, las obras de ampliación y mejora en las instalaciones del monasterio son contínuas hasta la segunda mitad del siglo XVIII, momento en que las añadiduras acaban con la incorporación de una nueva zona, unida al edificio original, que se correspondería con las dependencias para los confesores y los encargados de recoger los donativos y limosnas para la clausura.
La iglesia conservó su estructura renacentista hasta la ampliación de la zona del presbiterio, finalizada en agosto de 1700. En este momento, se encargó un nuevo retablo para el altar mayor al artista Francisco José del Castillo. En torno a 1721 se procede a la demolición parcial del templo, pese a haber realizado, pocos años antes, labores de mantenimiento en la fachada y en las gradas de subida al atrio.
De nuevo, la iglesia se vuelve a abrir al culto en 1731, aunque no dejan de sucederse las obras. En 1937, se teminará la capilla mayor, la sacristía y el camarín, cuyo recubrimiento decorativo se llevará a cabo dos años más tarde. En 1752, se encarga al artista lorquino Ginés Romero el dorado del retablo.


Detalle del campanario, S. XVI. [Fotografía Adela Lorca]. (Murcia 2019)

Para cerrar esta entrada os dejo una idea básica que no os costará recordar: El monasterio está formado por dos espacios claramente diferenciados, como son, el convento y la iglesia, enlazados por medio de la torre campanario de estilo renacentista, tal y como se aprecia en la siguente fotografía.


[Fotografía Adela Lorca]. (Murcia 2019)



Bibliografia utilizada:
González Castaño, J. y Muñoz Clares, M. (1993): Historia del Real Monasterio de la Encarnación de religiosas clarisas de la ciudad de Mula (Murcia), Murcia.














Comentarios

Entradas populares de este blog

DESCUBRIENDO LAS INFOGRAFÍAS.

SOS: ¿Y AHORA QUÉ?